El Club Deportes Tolima rompió el hielo en los cuadrangulares semifinales de la Liga BetPlay 2025-IIestadio Metropolitano de Techo con una victoria ajustada pero contundente: 1-0 sobre el Fortaleza CEIF, en un partido marcado por la lluvia torrencial y una interrupción de media hora. Fue el martes 18 de noviembre de 2025, en plena noche bogotana, a 2.640 metros sobre el nivel del mar. El único gol llegó por obra de Adrián Parra, delantero del Tolima, quien en el minuto 32 recibió un pase de Junior Hernández, giró como un toro en el borde del área y disparó con su zurda, un cañonazo que se clavó en el segundo palo. El arquero local, sin tiempo de reacción, solo pudo mirar cómo el balón se estrellaba contra el poste y entraba. Así empezó la campaña de los ‘Cuchuzos’ en el Grupo B —y así se puso la presión sobre los demás.
Un partido interrumpido, una victoria intacta
El árbitro Carlos Betancur detuvo el juego a los 72 minutos. El campo se había convertido en un lodo, los jugadores resbalaban como si estuvieran en una pista de hielo. La lluvia no era intensa, era brutal. Los jugadores del Fortaleza CEIF se agachaban en el césped, con las manos en las rodillas, tratando de recuperar el aliento. Los hinchas del Tolima, que habían viajado desde Ibagué, no se rindieron: corearon el nombre de Parra hasta que el árbitro dio la señal para reanudar. Tras 30 minutos de pausa, el partido volvió. Y el marcador no se movió. El Tolima, con su fútbol directo y su presión alta, aguantó. A los 90+7 minutos, el silbato final sonó: 1-0. Seis victorias consecutivas en los cuadrangulares. Nada de eso había pasado antes en la historia reciente del club.
Fortaleza CEIF, el sueño que se esfuma en el barro
El Fortaleza CEIF —oficialmente Fortaleza Club Especial de Intercambio Fútbol— jugaba su primera vez en cuadrangulares semifinales. Cuarta temporada en la máxima categoría, pero nunca antes había llegado tan lejos. Su plantel, joven y entusiasta, soñaba con sorprender en su casa. Pero el estadio Metropolitano de Techo, que en días soleados parece un coliseo de barrio, se convirtió en una trampa. El balón se pegaba al suelo. Los pases se volvían impredecibles. Y cuando intentaron atacar, el Tolima los cortó como un cuchillo. Kevin Balanta falló un remate por el lateral. Ronaldo Pájaro metió la mano en el área, pero el árbitro no pitó. Y cuando Andrés Ricaurte lanzó un pase en profundidad, Emilio Aristizábal estaba fuera de juego. La frustración crecía. El público, que había llenado las gradas con banderas y tambores, se calló. El revés fue duro. No solo por el resultado, sino por lo que representaba: una oportunidad de oro, desperdiciada en el barro.
El ‘punto invisible’ que persigue a Tolima
El Club Deportes Tolima tiene una historia curiosa. Hace años que hace buenas campañas. Siempre está entre los cuatro mejores. Siempre llega a los cuadrangulares. Siempre pierde en la final. O en la semifinal. O en el último partido. En el segundo semestre de 2024, llegó con ventaja, jugó bien, y se quedó sin título. Ese es el ‘punto invisible’: la carga psicológica de no ganar cuando todo parece listo. Esta vez, el técnico Jorge Luis Bernal lo dijo claro en la rueda de prensa: “No vamos a pensar en lo que pasó antes. Vamos a pensar en el próximo partido”. Y el próximo es contra Atlético Bucaramanga, el sábado 22 de noviembre, en Ibagué. Un partido clave. Porque si gana, se pone líder del grupo. Si empata, se vuelve vulnerable. Si pierde, la presión vuelve a apretar.
El grupo B: una batalla de gigantes
El Grupo B no es un grupo cualquiera. Tiene al Tolima, al Bucaramanga, al Fortaleza CEIF y al Santa Fe, campeón vigente. Santa Fe, que el mismo sábado recibirá al Fortaleza CEIF en El Campín, es el equipo que más títulos ha ganado en los últimos años. Y ahora, tras el tropiezo de Bogotá, el Fortaleza CEIF se queda en la cola del grupo. Mientras tanto, el Tolima, con tres puntos, es el único equipo que no ha perdido en los cuadrangulares. Su juego, aunque no es vistoso, es eficaz: defensa sólida, transiciones rápidas, y un delantero como Parra que sabe encontrar el ángulo. El técnico de Bucaramanga, Jorge Luis Pinto, ya lo dijo: “Tolima no juega bonito, pero gana. Y eso es lo que importa”.
¿Qué sigue?
El calendario se acelera. El miércoles 19 y jueves 20 de noviembre se jugaron los otros partidos del grupo: Santa Fe vs. Bucaramanga y el duelo entre Atlético Nacional e Independiente Medellín en el Grupo A. Pero el foco está en el Tolima. ¿Podrá mantener la racha? ¿Logrará romper el ciclo del ‘punto invisible’? Y lo más importante: ¿cómo reaccionará el Fortaleza CEIF? El equipo bogotano, que había ganado cinco de sus últimos siete partidos en casa, ahora debe buscar puntos fuera. Y no será fácil. El próximo duelo ante Santa Fe en El Campín será una prueba de fuego. Si pierde, su sueño de final se desvanece. Si gana, aún tiene vida. Pero el Tolima ya ha dado el primer paso. Y lo ha hecho en la altura, bajo la lluvia, con un gol de zurda que resonó en todo el fútbol colombiano.
Frequently Asked Questions
¿Por qué es tan importante el gol de Adrián Parra en este partido?
El gol de Adrián Parra no solo fue el único del partido, sino que fue decisivo en un escenario de alta presión: un estadio en la altura, lluvia intensa y un rival con el impulso del local. Parra, que ha sido clave en los últimos partidos del Tolima, demostró ser el jugador que rompe el empate cuando el equipo necesita un gol. Su capacidad para recibir el balón en espacios reducidos y disparar con precisión lo convierte en el referente ofensivo del equipo en momentos clave.
¿Qué significa el ‘punto invisible’ para el Club Deportes Tolima?
El ‘punto invisible’ es un término usado por los hinchas y periodistas para describir la maldición histórica del Tolima: lograr buenas campañas, llegar a los cuadrangulares y no ganar el título. En 2024-II, por ejemplo, lideró la tabla en la fase regular pero perdió en semifinales. Este año, el club busca romper ese patrón. La victoria en Bogotá es el primer paso, pero el verdadero reto viene en los próximos partidos, donde la presión psicológica será mayor.
¿Cómo afecta la altura de Bogotá al juego del Fortaleza CEIF y del Tolima?
A 2.640 metros sobre el nivel del mar, la altura de Bogotá reduce la densidad del aire, lo que hace que los balones viajen más rápido y con menos resistencia. Esto favorece a los equipos con buenos remates y pases largos —como el Tolima—, pero desgasta más a los jugadores que no están acostumbrados. El Fortaleza CEIF, aunque es local, no tiene muchos jugadores con experiencia en altitudes extremas, lo que pudo influir en su fatiga durante la segunda mitad.
¿Por qué se interrumpió el partido y cómo afectó el resultado?
El árbitro Carlos Betancur detuvo el juego a los 72 minutos por lluvia torrencial que hizo el campo intransitable, con charcos de más de 15 cm de profundidad. La reanudación tras 30 minutos permitió al Tolima recuperar el ritmo y mantener la concentración. Para el Fortaleza CEIF, fue un revés: perdieron el impulso ofensivo y la moral del público se desinfló. En el fútbol moderno, las interrupciones por clima rara vez cambian el resultado, pero sí afectan el estado mental de los jugadores.
¿Qué posibilidades tiene el Fortaleza CEIF de avanzar a la final?
Aún tiene opciones, pero son mínimas. Tras la derrota, queda en el último lugar del Grupo B con cero puntos. Debe ganar sus dos partidos restantes —contra Santa Fe y Bucaramanga— y esperar que el Tolima pierda al menos uno. Además, necesita que Santa Fe no gane todos sus partidos. La diferencia de goles está en su contra, y su rendimiento en casa ya no es confiable. Es un camino muy estrecho, pero no imposible. Solo necesita milagros.
¿Cuál es el próximo reto para el Club Deportes Tolima?
El próximo reto es recibir a Atlético Bucaramanga en Ibagué el sábado 22 de noviembre. Bucaramanga es el equipo más ofensivo del grupo, con más goles anotados en la fase regular. Si el Tolima gana, se coloca como líder con 6 puntos y se convierte en favorito para la final. Si empata, la presión aumenta. Si pierde, se abre la puerta para Santa Fe y Bucaramanga. El partido será un termómetro para medir si el Tolima ha superado su miedo histórico a no ganar.